Probablemente una de las merindades más interesantes respecto a su evolución electoral sean la de la Ribera. La merindad de Tudela, el bastión de la izquierda navarra durante la Segunda República que ahora es un feudo conservador (y sobretodo, anti nacionalista).
En este post analizaremos 4 elecciones trascendentales en la política navarra desde la perspectiva tudelana (1979, 1987, 1995 y 2019) y veremos cómo cambia la correlación de fuerzas.
Elecciones Forales de 1979. Las primeras.
Los años de la Diputación Foral, cuando el sistema de partidos navarro no había tenido tiempo de establecerse y apenas un año después de la trascendental escisión del sector más navarrista de la UCD foral, la UPN.
En la Ribera se mantuvo con fuerza la tradición socialista que empató con la UCD en votos en la merindad, y se impuso en municipios como Tudela, Cascante, Castejón...
En verde municipios ganados por la UCD, en rojo por el PSOE y en morado por UNAI
Hubo un empate técnico entre la UCD y el PSOE (31.8 y 31.6 respectivamente), mientras que UPN tan sólo obtuvo un 14% (siendo su peor resultado de todas las merindades). La Unión Navarra de Izquierdas (UNAI) consiguió su único asiento en el Parlamento con un 8% y venciendo en Murchante.
Por otro lado, las fuerzas nacionalistas vascas decidieron no presentarse por esta merindad, y el voto vasquista lo capitalizó UNAI y el Partido Carlista, que sorpresivamente alcalnzó un 4% en una región sin tradición carlista.
Por otro lado, las fuerzas nacionalistas vascas decidieron no presentarse por esta merindad, y el voto vasquista lo capitalizó UNAI y el Partido Carlista, que sorpresivamente alcalnzó un 4% en una región sin tradición carlista.
Elecciones Forales de 1987. La consolidación de Urralburu.
El arrase del PSOE (42% frente a una UPN con el 26) permitió una ligera victoria de Urralburu en el global.
La Unión Demócrata Foral, Alianza Popular y el CDS de Suárez obtuvieron buenos resultados (7%, 5% y 8% respectivamente), aunque no despuntaron en ningún municipio en particular.
Como se esperaba, esta fue la mejor zona de Izquierda Unida, sacando el doble que el cómputo global con un 2,8%. Es destacable que las fuerzas nacionalistas (HB, EA y el PNV) obtuvieron un 23% de los votos en Carcastillo, cuando en el total de la merindad no llegan al 7%.
La Unión Demócrata Foral, Alianza Popular y el CDS de Suárez obtuvieron buenos resultados (7%, 5% y 8% respectivamente), aunque no despuntaron en ningún municipio en particular.
Como se esperaba, esta fue la mejor zona de Izquierda Unida, sacando el doble que el cómputo global con un 2,8%. Es destacable que las fuerzas nacionalistas (HB, EA y el PNV) obtuvieron un 23% de los votos en Carcastillo, cuando en el total de la merindad no llegan al 7%.
En 21 de los 22 municipios venció el PSOE de Urralburu, pero ya empezaba a asomarse lo que luego se convertiría en Corella del Presidente con su joven alcalde Sanz, de quien hablaremos ahora.
Elecciones Forales de 1995. El Gran Cisma de UPN y el primer Cuatripartito.
Tras la expulsión del PSOE del Gobierno por parte de UPN (que por fin había absorbido a la poca derecha española que quedaba) y el inicio de las sospechas de corrupción generalizada del período de Urralburu (que 3 años más tarde se convertiría en el primer presidente autonómico en ir a la cárcel por amistades peligrosas con Roldán) parecía que las elecciones del 95 serían una marea azul, acompañada por el avance de Aznar a nivel nacional.
Todo esto estalló el 10 de abril, un mes antes de las elecciones, cuando el Presidente foral, Juan Cruz Alli, anunció lo que ya se sospechaba desde hace tiempo. Formó su propio partido, la Convergencia de Demócratas de Navarra, una suerte de PNV a la navarra (con muchísimas comillas) y se llevó consigo a gran parte de los cargos electos de UPN, entre ellos el ex alcalde de Pamplona.
En la Ribera el nuevo movimiento de Alli partía con gran desventaja, ya que Miguel Sanz (el candidato de UPN) había creado una potente red regionalista desde su posición de Alcalde de Corella, y sobretodo tras las conquistas de UPN en esta región en el 91.
Como se esperaba, la UPN arrasó obteniendo un 43% y venciendo al PSOE por 10 puntos, y ganando en 14 de las 22 poblaciones. El CDN obtuvo su peor resultado de toda Navarra aquí, sacando sólo un 7%. La diferencia entre el PSOE y la CDN en la Ribera supuso que los socialistas de Otano se impusieran a los de Alli por unos miles de votos. ¿Qué hubiese pasado si Alli, y no Otano, hubiese sido el segundo más votado? Nadie lo sabe. Bueno, seguramente Alli no hubiese idoa prisión como Spoiler Alert acabó Otano.
Tras estas elecciones se conformó el primer Cuatripartito de la historia de Navarra, entre el PSN, la CDN, EA e IU, que apenas duró un año por el estallo del Caso Otano, que acabó con este en la cárcel y Sanz tomando el poder ante la imposibilidad de un nuevo acuerdo entre el centro y la izquierda. El cuatripartito se mantuvo en Pamplona, donde el CDN fue la segunda fuerza y gobernó con apoyo de los socialistas y los de Anguita.
En la Ribera el nuevo movimiento de Alli partía con gran desventaja, ya que Miguel Sanz (el candidato de UPN) había creado una potente red regionalista desde su posición de Alcalde de Corella, y sobretodo tras las conquistas de UPN en esta región en el 91.
Como se esperaba, la UPN arrasó obteniendo un 43% y venciendo al PSOE por 10 puntos, y ganando en 14 de las 22 poblaciones. El CDN obtuvo su peor resultado de toda Navarra aquí, sacando sólo un 7%. La diferencia entre el PSOE y la CDN en la Ribera supuso que los socialistas de Otano se impusieran a los de Alli por unos miles de votos. ¿Qué hubiese pasado si Alli, y no Otano, hubiese sido el segundo más votado? Nadie lo sabe. Bueno, seguramente Alli no hubiese idoa prisión como Spoiler Alert acabó Otano.
Tras estas elecciones se conformó el primer Cuatripartito de la historia de Navarra, entre el PSN, la CDN, EA e IU, que apenas duró un año por el estallo del Caso Otano, que acabó con este en la cárcel y Sanz tomando el poder ante la imposibilidad de un nuevo acuerdo entre el centro y la izquierda. El cuatripartito se mantuvo en Pamplona, donde el CDN fue la segunda fuerza y gobernó con apoyo de los socialistas y los de Anguita.
Elecciones Forales de 2019. La Reconquista.
Tras 4 años de el primer gobierno foral sin el PSN o UPN, la coalición de la derecha Navarra Suma y el PSN desafiaron y vencieron al cuatripartito nacionalista encabezado por la Presidenta Barkos.
En el plano de la Ribera, se volvió a repetir la dinámica de siempre. Muy buenos resultados para el regionalismo y el socialismo, e irrelevancia del nacionalismo vasco, que perdió votos respecto a 2015.
En el plano de la Ribera, se volvió a repetir la dinámica de siempre. Muy buenos resultados para el regionalismo y el socialismo, e irrelevancia del nacionalismo vasco, que perdió votos respecto a 2015.
Fue de lejos la mejor región para la oposición al cuatripartito, ya que las fuerzas del Gobierno Barkos apenas alcanzaron el 16%. NA+ obtuvo un 47% de los votos, el PSN un 33% y Vox confirmó su total irrelevancia en la política navarra al no alcanzar siquiera el 2% de los votos.
La reconquista en las elecciones autonómicas fue confirmada en las elecciones municipales, expulsando de la alcaldía de Tudela a Eneko Larrarte (de I-E) tras una inesperada mayoría absoluta de Navarra Suma.
La reconquista en las elecciones autonómicas fue confirmada en las elecciones municipales, expulsando de la alcaldía de Tudela a Eneko Larrarte (de I-E) tras una inesperada mayoría absoluta de Navarra Suma.
